Los Medios

Los Medios.

Y de pronto, en un suspiro cambió el orden de las preguntas
cambió sus zapatos y se encaminó
Y los medios siempre en el medio y esa costumbre como defecto
que hay que bancarse como amuleto, que en realidad...
y los medios estan en el medio, y en el medio estan los medios.

Los medios que como remedio que más que cura son enfermedad
es el medio que siempre usan con los del medio y su identidad
mil imagenes que valen más que todo el oro y que la verdad
la TV füller y la propaganda universal.
Diario a diario, día a día, la propaganda manda
cruel en el cartel...
Y las preguntas son las respuestas
de tanto engaño y tanta irrealidad
que ni todo el cobre ni todos los moños
no son ni un gramo de libertad
según el medio muestran los miedos
que siempre usan para insinuar, como un tatuaje
que en la consciencia vos llevás...
y en el medio están los medios, y los medios están en el medio

Y de pronto en ese instante
dejó al silencio que empiece a hablar
cambió sus zapatos, y se encaminó.

Y en el medio están los medios, y los medios están en el medio.

Flavio Calegari.

Todas las mañanas.

Todas las mañanas.


Los delfines trabajan por su comida

Los caracoles cargan sus propias cuevas

Las semillas vuelan por el aire

Y caen en el terreno para explotarle a la vida

El corazón es un músculo inconsciente

Imposible impedir que los continentes no se muevan

La perfecta conjugación del espacio y el tiempo

La paciencia del buitre la lumbre del día

Las cucarachas que sobreviven a todos los males

Los huesos huecos de las aves

El instinto de todos los seres vivos

El imán que condena a estar ligada al sol

El dolor, las frutillas el idioma del océano

El efímero momento del hombre en la tierra

su efímera huella en la evolución de las galaxias

todas y cada una de las madres que nos parieron

la forma del cráneo el ADN

Es que la piel se estira tan tan rápido

las neuronas se comen entre ellas

el oxigeno que respiramos es el mismo que ensucia nuestra sangre

y el tiempo que nos sobra algún día inclinara nuestras columnas

y nos pondrá una bolsa de fatiga sobre nuestra salud

en la diaria vereda de las preguntas , es la diaria vereda de las preguntas

la vida es un desafío un látigo invisible que nos acuchilla

todas las mañanas

todas las mañanas

todas las mañanas


Juan Xiet.


El del Billete de 100


Y se repiten, y no piden permiso
y si lo piden igual te ensartan cientos de arpones
que son los mismos cuatro apellidos
que asi vendieron Pampas y el suelo
cuatro apellidos, nombres de calles
de genocidas y el cruel paisaje
los Anchorena, Mitre y Alvear
y los generales que la conquista
a la Patagonia la convirtieron en un desierto
fueron los mismos, el del billete de 100.

Quinientos millones, sueldo tras sueldo se arrebataron
y en el desconcierto de las memorias
la misma historia del virreinato y los siete mares
y así la hicieron esos piratas guerra con guerra
así inventaron patrias ajenas, sellos de arena
nuestras fronteras y el esclavo del interior
y el esclavo de tu interior

Y la cosecha del estanciero alambra el campo
y el extranjero siempre fue socio en el mercadeo
y las aduanas siempre dobladas, sangre y dinero
y las patronales...
así inventaron en tu consciencia
esa vieja deuda interior.

Quinientos años, sueldo tras sueldo se arrebataron
y en el desconcierto de las memorias
de tus recuerdos amontonados y en tus cimientos
cuatro apellidos, nombres de calles
los Anchorena y los Martinez de Hoz.

Flavio Calegari.

En ViVo

En ViVo

Alimente al animal.


Alimente al animal
Esa es la cuestión principal

No dejarse llevar


Desde la soledad nace el tallo de verdad

Escapar y resistir al tiempo


Aprenderemos a ser uno más

Animal , animal


Cuerpo a tierra resbaló

Por el aire zigzagueó y volvio a nacer

Tiempo al tiempo bostezo

Pecho al aire tropezo

Y se miro


Animal , soy animal

Aprenderemos a ser uno más.


Flavio Calegari.


Bolivia



Respiran,


la lluvia besa la tierra un rato y se va


el viento no alcanza para calmar


a la provincia que grita en mapas


esquiva sequias tapada en diques


de apellidos foráneos


La mina exala su última piedra
Y en las montañas de tilcara de Latinoamérica


En medio de la noche se alza el nombre de los últimos días


Antes de que caigan las tormentas
Las torres y el mercado salta el continente
En la sarten de los que mandan

La india mas linda de sudamerica se levanta

y en su mirada se ve mucho mas que palabras

Desorden

desierto y selva a la vez

subsuelo rico y ya ves en el presente pasado

y en medio de la noche se alza el nombre de los ultimos dias

la india mas linda de sudamerica se levanta

y en su mirada se ve mucho mas que palabras


Flavio Calegari.



Bajan los moros


Bajan los moros, suben la cuesta
cruzan fronteras quemándose el lomo
llenen de sangre las banderas

Saltan de a miles los condenados
Como chicos- viejos olvidados
Mezclen su sangre venciendo a la muerte

En las bodegas de los barcos, cruzan el océano
un mar de historias llevan con ellos
y sus semillas se desparraman por la tierra

Bajan del chaco los trae el río
como camalotes depositados
pagan la tierra que les apropiaron

En las bodegas de los barcos, cruzan el océano
un mar de historias llevan con ellos
y sus semillas se desparraman por la tierra

Flavio calegari

El Ekeko


Desde los montes del norte viene bajando el Ekeko
cruzando el Bermejo y el Pilcomayo mojando sus botas
esquivando al gendarme de las horas tristes
de los silencios del campo
llevando sus cargas amargas
con las bolsas de arroz y el veneno del suelo
con las bolsas de pan y la venganza en los tiempos

Desde los pueblos a las ciudades
cruzando fronteras de hambre
llevando sus cargas amargas

Tranzando al gendarme yankee
de las horas tristes de los silencios del campo
llevando sus cargas amargas

El bumerang del tiempo ahogó sus sueños
y la pampa mojada vendida al reino

Flavio Calegari

Juntar las cartas


Juntar las cartas, dar de nuevo
A ver si ahora ves, tu vuelo abrir y salir
Tirar los dados de los perdidos
Sortear promesas y curar olvidos

Y la codicia como una gran sombra
Y tu ceguera está
Como una muralla eterna
Mudos de silencios van
Y entre tanto de todo
Y entre tanto de todos
Venden tu alma en las pantallas
Venden tu alma en la pantalla

En el silencio de los dormidos
La contradicción del hambre es
El sueño de los que esperan
llevan la cruz en la camiseta

Flavio calegari